Hace una semana, terminé un taller impartido por primera vez en el Instituto Nacional del Cáncer de mi país, liderado por unas mujeres y profesionales maravillosas, llamado Mindfulness o de "Atención y Conciencia Plena"
Fue una experiencia muy enriquecedora, que nos enseñó la importancia del momento presente y las técnicas necesarias para vivir atentas y darnos cuenta de nuestro quehacer diario. Vimos y practicamos meditación y respiración consciente. También, reflexionamos sobre algunos temas como el estrés, las emociones y la percepción, entre otros.
Y, poco a poco, fui viendo los beneficios en mi cuerpo: comencé a dormir un poco mejor, mi ansiedad disminuyó y he comenzado a centrarme en mis propias necesidades, respetándome y queriéndome un poco más.
Ahora, todos los días hago unos minutos de respiración profunda o meditación. Me siento más contenta, consciente y con mayor control sobre mis decisiones.
Les invito a conocer y practicar la meditación. O simplemente, a respirar profundo y sentir su cuerpo, cuando se levanten en la mañana o al acostarse. Durante un taco en la calle, en un momento de rabia o preocupación.
Nuestra respiración es muy poderosa y nos puede ayudar muchísimo. Lo mejor, es que nos acompaña las veinticuatro horas del día y es gratis.
Con afecto, Carlota.