En esta época, ya comenzaron las vacaciones en mi país y muchas familias parten al norte, centro, sur o al extranjero en busca de descanso, relajo y más tiempo con los suyos.
Muchos también, no toman vacaciones por distintos motivos: trabajo, falta de dinero, proyectos pendientes, imprevistos o desinterés.
Mis recuerdos de las vacaciones son lindos: viaje a la costa en tren, días completos en la playa y salidas con primos o amigos. Sin preocupaciones ni desvelos.
Hoy, este rito ha cambiado mucho, ya que involucra mucho estrés: largos preparativos, tacos interminables, cambio climático, accidentes automovilísticos, etc...
Miro hacia atrás y extraño esos días, donde todo era más tranquilo, sencillo, sin tecnología ni grandes planes; porque la única expectativa era disfrutar cada jornada al máximo.
Y, aunque lo intento, no puedo ir al ritmo frenético de hoy, donde todo "es para ayer" y las expectativas siempre son tan altas....¡hasta en vacaciones!.
Creo que finalmente, el progreso nos ha traído grandes logros, pero los costos han sido demasiado altos.
Con afecto, Sylvia.