Era un día de
mayo de 2013, Violeta Pascal - 25 años, diseñadora de vestuario – estaba en la
ducha y sintió un bulto en su pecho izquierdo. No le prestó mayor atención. Su hermana
había tenido un nódulo de grasa poco tiempo antes y se imaginó que era lo
mismo.
-No pesqué
mucho, también pensé que podía ser porque me iba a indisponer- dice hoy. Pero la
despreocupación le duró poco. -Unas semanas
después, al acostarme de lado, sentí algo gigante, como del tamaño de la mitad
de mi seno.
Violeta consultó
con la matrona del consultorio en el que se atiende en Ñuñoa, quien le
recomendó que se hiciera una ecografía mamaria. El mes siguiente, Violeta fue
sola a hacerse el examen. Era el cumpleaños de su pololo (novio) y muchos otros
pensamientos pasaban por su mente.
-Fui a hacerme
la eco como si se tratase de un examen de rutina o como una ida al dentista-
recuerda.
Entonces,
comenzó la pesadilla: La ecografía mamaria no salió muy buena, a Violeta le
recomendaron someterse a una mamografía y tras ese examen, la matrona la llamó
de urgencia al consultorio.
-Ahí me dijeron que se trataba de cáncer. "¿Cómo van a estar hablando de cáncer si tengo sólo 25 años?", pensé. No quería creerlo y pensé que era mejor esperar la biopsia antes de alarmarme.
El diagnóstico no fue alentador: (...). La doctora vio los resultados del último examen de Violeta y dijo: "Operamos mañana".
-No tuve tiempo para prepararme sicológicamente. Nunca me habían operado de nada, a lo más de amigdalitis. A los 25 años que te digan que te tienes que hacer una mastectomía es súper fuerte. (...).
Aquí, encontrarás el testimonio completo de Violeta y de otras mujeres jóvenes:
FUENTE: Extracto Artículo "Por qué aumenta el cáncer de mama en mujeres jóvenes". www.elmercurio.cl Revista Ya, 10 de Junio de 2014.