Recuerdo que después de seis años, hecho mi diagnóstico y posterior recuperación, fui a mi último control anual muy animada. Porque, seguramente, pasado ese tiempo, me darían "de alta".
Lo que me ponía muy contenta...
Una vez, en la consulta con mi oncólogo y terminada su atención, le pregunté con una gran sonrisa: Doctor, "tengo entendido" que pasados seis años, me tendrían que dar "de alta".
El doctor me miró unos segundos, sin decir una palabra. Luego, me dijo: "Sylvia, tú nunca estarás "de alta". Tendrás que controlarte por el resto de tu vida.
Lo miré espantada e incrédula. Su respuesta fue como un "balde de agua fría".
Ese día, sólo me quedó aceptar mi nueva realidad y seguir adelante.
Y, así ha sido hasta hoy, después de 16 años.
Desde entonces, sólo me permito perder la tranquilidad una vez al año. Vivir con "sentido de urgencia" y agradecer por cada control negativo, que es una nueva oportunidad de vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario