Creo, que mostrar la propia vulnerabilidad habla de valentía, aceptación y conocimiento de sí mismo.
Y, cada vez que enfrentamos la adversidad, nos vemos obligados a reconocer esta vulnerabilidad. Pero, también, nuestra fuerza. Ambas, combinadas, son nuestra fuente de poder.
Porque, si no nos mostramos vulnerables... ¿Cómo sabremos qué tan fuertes podemos ser?
¡Que tengan un gran día!
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