El pasado mes de marzo, investigadores de las universidades de Granada y Jaén en España, hallaron un esqueleto momificado correspondiente a una mujer egipcia entre 30 y 40 años con evidencias de haber padecido cáncer de mamas durante el 2.200 a. C.
Según esta investigación, su estado de salud era muy delicado, debido a una importante osteoporosis y avanzada metástasis, por lo que permaneció largo tiempo inmovilizada.
Esta noticia me conmovió, ya que pensé en lo joven que era y en su sufrimiento, porque en esa época no había oportunidad de tratamientos modernos para luchar contra esta enfermedad.
No puedo dejar de hacerme algunas preguntas: ¿Era madre? ¿Quién la cuidó? ¿Cómo vivía su dolor? ¿Comprendía lo que le estaba pasando? A diferencia de nosotras, ella no tuvo oportunidad, simplemente porque nació en un tiempo muy lejano.
Frente a esta noticia, sólo puedo agradecer por haber nacido en una era moderna, donde sí tuve opciones y sí la tienen o tendrán muchísimas mujeres en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario