martes, 30 de julio de 2019

Decisiones

Todos los días, tomamos decisiones grandes y pequeñas. Qué ropa ponernos. Ir o no a una reunión social. Dónde pasar las vacaciones. Subir por las escaleras o tomar un ascensor. Caminar por esta calle o la otra. Y, así.

Y, todas ellas, inevitablemente, traen una consecuencia en el futuro.

Cuánto más, ante el diagnóstico de una enfermedad catastrófica; ya que a ratos, daría la impresión que la familia o los médicos, decidieran por nosotras. Y como no, si en ese momento sentimos que no tenemos control sobre nuestra vida.

Sin embargo, las decisiones que involucran un período de adversidad como éste, son trascendentales. Porque inciden directamente en nuestra salud y en nuestro cuerpo.

En mi caso, pude reconstruir mi seno, o no. Quizás, se preguntarán ¿Qué mujer rechazaría esta posibilidad? Sin embargo, en mi experiencia, existen mujeres que han decidido no hacerse una reconstrucción o posponerla. Yo, por ejemplo, estuve a punto de cancelar esta operación la noche anterior... ¿Por qué? Porque estaba aterrada, a pesar de que era un gran paso en mi recuperación.

Decisiones como éstas, no son fáciles. Sobre todo, si nuestra salud física y mental ya está menoscabada. Pero, en esas circunstancias, nadie más puede decidir por nosotras.

Y, mientras lo hacemos, la comprensión de nuestra familia y la integridad de nuestro doctor, serán fundamentales para tomar aquellas decisiones que nos den tranquilidad.

¡Linda semana!

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